jueves, 16 de abril de 2009

ENTRE LAS PIEDRAS

foto cedida por Mendi


Yuno el pelirrojo salió más temprano de lo habitual esa mañana de casa y como siempre, sin avisar. Apenas levantaba dos palmos del suelo pero sabía recorrer todos los recodos del poblado con los ojos cerrados. Había nacido allí, entre las piedras y allí es donde le gustaba estar. Parecía un día como otro cualquiera. Algo más caluroso de lo normal teniendo en cuenta la época del año.



Como todos los día avanzó corriendo hasta llegar a las viejas ruinas y al llegar a ellas se quitó los zapatos y se sentó en la gran roca que para él representaba la entrada a su universo, a su verdadero mundo, al que él sin duda creía pertenecer. Tras permanecer un rato observando las rocas se levantó. Algo había llamado su atención. Conocía ese lugar a la perfección pero había algo, no sabía describirlo, que no podía dejar de mirar. Era, era, ¡era él!, bueno, no él exactamente pero podría decirse que Yuno sentía que era él mismo. Se acercó despacio, tranquilo, sin miedo... sin darse cuenta se vio sumergido en un mundo distinto. Ya no se encontraba a las afueras de su poblado, estaba en otro universo, ¡su universo! ¡su mundo! al que él siempre había pertenecido. Sonriendo siguió caminando... y nunca más miró hacia atrás.



Esa misma noche, dos pastores del pueblo paseaban por las afueras del mismo y junto a una roca encontraron unos zapatos. Eran menudos y estaban muy gastados. "Qué raro" le dijo un pastor al otro "son zapatos de niño, ¿quién los habrá dejado aquí?". El otro pastor sin detenerse siquiera a mirarlos le contestó "serán de algún viajante con su hijo que los habrá perdido, ya sabes que en nuestro poblado hace ya muchos, muchos años que no vive ningún niño".


9 comentarios:

  1. Ahora resulta que llevas una cuentista en tu interior, con espíritu monterrosino.... y ese toque de realismo mágico.

    Tu impactante presencia en la blogosfera nos pone el nivel altísimo.

    Besos
    Antonio

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  2. Recibe mi mas cordial saludo y bienvenida,si hay un escritor que admiro es a Antonio,estoy segura que mas allá del amor fratenal,su recomendación no debe dejarnos indiferentes a quienes gustamos de una buena lectura y del talento de otros,desde ahora me siento complacida de seguirte sobre todo desde tu primera entrada.

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  3. Bienvenida!!!!!

    No faltaría más siendo hermana de mi querido Antonio al que aprecio y admiro, debes parecerte un montón por lo bien que escribes mi niña.

    Así que desde ahora aquí tienes otra lectora blogger más..

    Besitos

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  4. Con el permiso de la autora,Lisebe,este blog es una belleza espero que todo el "clan" se haga presente,tu sabes que arrancar es fácil pero que te sigan lleva su tiempo así que ha mimarla y seguirla.

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  5. HOla, vine para conocerte y darte la Bienvenida a mi espacio-blog. Gracias por tus comentarios, estoy muy contenta de tenerte conmigo.
    Me ha gustado muchisimo todo lo que he leído hasta ahora, siento mucha afinidad a los temas que has propuesto: sueños, realidad, vistas desde la ventana, etc. Este relato que tienes ahora de entrada, me tuvo en su lectura hasta el final, me ha dejado con ganas de mas y saber hacia dónde definitivamente se fue Juno.
    Un abrazo desde mi Chile.

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  6. Hola, America me ha dado tu dirección porque da la casualidad que he publicado en mi blog, al igual que tu, el famoso cuadro el grito. leí aquel breve post y he venido para copiar la dirección para poder ponerla en el Reader y volver.
    Besos y salud

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  7. Muchas gracias a TODOS. Estoy un poco abrumada con todo esto, jamás pensé que lo que escribiera le pudiera interesar a alguien. Me habéis animado a seguir y estoy deseando recorrer vuestros espacios para conoceros mejor y disfrutar de vuestros escritos.
    Gracias de nuevo y un afectuoso abrazo.
    Antonio! ya te cogeré para darte un achuchón. Besos.

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  8. ¡Y tanto que interesa! Al menos a los que escribimos con la única pretensión de leer y que nos lean.
    También yo publico a veces cosas en mi blog que escribí de adolescente. Quizá con alguna pequeña corrección, claro...
    Sigue haciendo ruido, por favor.
    Un saludo.

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  9. Muchas gracias Fernando. Seguiré haciendo ruido, a veces con gritos, otras veces con susurros.
    Un beso.

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